Ante la emergencia sanitaría la mayoría de la población deberá permanecer en confinamiento lo que conlleva a un impacto negativo en la salud mental de nuestros pacientes. Estudios realizados a personas en cuarentena demuestran prevalencia alta de síntomas de angustia, trastornos emocionales, bajo estado de ánimo, irritabilidad e insomnio.
Una de las consecuencias más comunes es el insomnio, el cual ocasiona emociones negativas de los eventos disruptivos durante el día, además de atenuar el beneficio de las actividades que generalmente son gratificantes.